En esta santa Navidad, los invito a volver nuestra mirada al pesebre y contemplar con humildad el misterio del Dios que se hace Niño para salvarnos. Jesús nace para llenarnos de su paz, para renovar nuestra esperanza y para recordarnos que su amor nos acompaña en cada momento del camino.
A lo largo de este año, con sus luces y sombras, hemos podido experimentar la gracia del Señor que nos sostiene y nos reúne como comunidad creyente. Doy gracias a Dios por cada uno de ustedes, por su fe, su servicio y su testimonio.
P. Ricardo Acosta Serrano
Vicario Episcopal de la Zona del Maipo
Párroco de la Parroquia San Esteban