La Parroquia quiere manifestar su cercanía visitando a las personas que están enfermas. Tenemos como modelo a Jesucristo, que a lo largo de su vida mostró una especial predilección hacia quienes sufren. Ciegos, cojos, paralíticos, leprosos… a todos los recibe y los cura. Todos contemplan en Él, el rostro amable de un Dios, que al hacerse hombre, nos comprende mejor y se compadece de nuestras debilidades físicas. En la medida de lo posible el Párroco visita a los enfermos, especialmente a aquellos en condiciones más críticas, para llevarles el
sacramento de "la confesión y la unción de los enfermos”. También la Pastoral de los Enfermos, en que participan los Ministros de Comunión, visita a las personas impedidas de asistir a misa y pueden llevarles la comunión. Si es tu caso, o sabes de alguien que esté en esta situación, puedes acercarte a la Secretaría Parroquial o contactarnos.