Santa Clara de Asis

ORACIÓN A SANTA CLARA DE ASÍS

Oh, bienaventurada Santa Clara, tu vida brilla como un
faro y arroja su luz a través de las edades de la Iglesia
para guiar el camino de Cristo. Mira con compasión a
los pobres y humildes que te piden ayuda. Al postraros
ante vuestro Señor Eucaristico en el Cielo, háblale de
mi cuerpo afligido y de mi espíritu quebrantado. Pídele
que me cure y que limpie mis pecados en Su preciosa
Sangre
Gran Sierva de Cristo, recuerda las necesidades de mi
familia y de todos por los que rezo. Defiéndenos de
todo lo que amenace nuestra santa fe católica. Escucha
el grito de los pobres y haz que sea una canción de
intercesión, que se eleve desde tu humilde corazón al
Corazón Eucarístico de Jesús, nuestro Sanador, nuestro
Salvador y  nuestro Señor. Amén.

Santa Clara de Asís

Estas palabras resumen la vida y espíritu de Clara:

«Yo, Clara, sierva de Cristo, pequeña planta
de nuestro Padre Francisco»

«Seguir a Cristo tras las huellas de San Francisco en
pobreza, humildad y caridad. Nadie ha realizado jamás
con mayor plenitud el ideal concebido por un hombre
como esta mujer» (Joergensen).

SU VIDA
Nació en Asís en 1194, poco se conoce de su infancia y adolescencia. A los 18 años se consagró a Cristo haciéndose cortar los cabellos y vistiendo el sayo oscuro de la orden de San Francisco que se había convertido para ella desde 1208 en el «loco, cuyas palabras le parecían inflamadas y sus obras sobrehumanas». Después de lo cual inició una vida de pobreza radical, renunciando a todo lo que tenia y prometiendo vivir sin poseer nada. Comenzaba así la Segunda Orden Franciscana: Las Damas Pobres o Clarisas. Esto sucedía en Santa María de los Angeles (Porciúncula), la iglesia restaurada por San Francisco. En 1228 obtenía del Papa el «privilegioum paupertatis» de vivir totalmente de limosnas.

El ideal de San Francisco lo realizaba Clara y un grupo de mujeres de Asís y de toda Italia. Cuarenta y tres años vivió Clara este ideal sin salir del convento. En vida pudo ver como su orden se extendía por España (43 conventos en el siglo XIII, Bohemia, Francia, Inglaterra). Dos veces logró hacer huir a los sarracenos, alistados en el ejército de Federico II, con solo mostrarles desde la ventana del dormitorio la custodia con el Santísimo Sacramento (1240), o exhortando a las hermanas a la oración, estando totalmente inmovilizada a causa de sus continuos dolores.

Murió en San Damián, a las afueras de Asís, el 11 de Agosto de 1253. Fue canonizada solo dos años después por Alejandro IV. Dejó cuatro cartas, la Regla y el testamento. «Vete en paz ya que has seguido el buen camino; vete confiada, ya que tu creador te ha santificado, custodiado incesantemente y amado con la ternura de una madre con su hijo».«Oh Dios, bendito seas por haberme creado». Estas fueron las últimas palabras de una gran mística llena de alegría y de amor a Dios y a los hombres. Fiesta, 11 de Agosto.

 

Novena a Santa Clara de Asís

El amor hasta el extremo de Clara de Asís a la Eucaristía

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